Mi deseo más profundo para todos, más allá de que se cumplan los sueños y proyectos de cada uno de nosotros, es que en este año nuevo que comienza se mantenga activo el espíritu optimista, de confianza y alegría actitudes que tienen el poder de disipar las nieblas que a veces enturbian nuestra visión, y que nos facilitan a concentramos en el poder de la luz y del calor de nuestro Sol interno.
Cuando más nos afirmemos en la presencia de la luz, más estaremos creando la realidad adecuada para cada momento, que no implica aislarnos de los desafíos y aventuras que debamos encarar y vivir, pero tienen la capacidad de transformarlos en impulsos creativos que traen las mejores situaciones.
Que la paz y alegría no deje de abrazarnos.
Marcela Santos
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