Jornada de Puertas Abiertas

Fe

El éxito

Taller de Danza Contemplativa

El camino para el niño

La dulzura

He tenido un sueño esta noche

Esta noche he tenido un sueño
que espero que sea premonitorio
y que quiero compartir para saber
qué interpretación veis en él.
Es de esos sueños que recuerdas
al detalle, con total nitidez.
Íbamos en un coche,
en plena noche,
el grupo que formamos
la asociación de Artesanos de la Conciencia.
He visto claramente a Isa, a Noe, a Jorge,
pero los que me rodeaban eran también
“ artesanos ”, así lo sentía.
Salíamos como de fiesta,
yendo de garito en garito,
pero ninguno nos convencía,
era como si andáramos buscando algo más…
A cada rato me volvía a ver en el coche,
saliendo de un local de fiesta
y volviendo a la búsqueda.
La noche era oscurísima,
negrura total.
Conducía Isa, Jorge iba de copiloto,
detrás iba el resto de artesanos y yo.
Conduciendo conduciendo,
salimos de las ciudades
y llegamos a un bosque,
íbamos por un camino.
Y de pronto, la encontramos.
En medio del oscuro bosque,
se levantaba una gran casa de piedra.
Sabíamos que habíamos llegado,
que la búsqueda había cesado.
Entramos en el caserón, estaba vacío
y la primera estancia era un grandísimo
comedor-cocina.
Si afuera todo era oscuridad y negrura,
al entrar en esa Casa todo era Luz.
Como si cada cual supiera de antemano
su papel en esa Gran Casa, Jorge se puso
a cocinar alimentos, mientras que el resto
empezamos a armar tablas, caballetes y sillas
para enlazar una gran hilera de mesas y poner
en marcha un gran comedor.
De pronto, empezó a llegar gente,
anónima, desconocida, que se mezcló
con los artesanos y se puso a hacer el mismo
trabajo de componer un gran comedor,
aunando todos los esfuerzos individuales en
ese objetivo común.
Y Jorge seguía cocinando alimentos en
la cocina, era un comedor-cocina, todo en la
misma estancia, ningún tabique de separación.
De pronto, lo que al abrir la puerta parecía
una estancia grande, se convertía en un
espacio inmensamente luminoso y de proporciones
que crecían y crecían, donde cada vez más gente
se unía al trabajo de crear mesas y sillas para
formar un inmenso comedor, donde
serviríamos los alimentos cocinados por Jorge
a una inmensa cantidad de personas.
Y en ese momento me he despertado.
Este sueño he tenido esta noche.
Lo quería compartir porque es
verdaderamente Hermoso.

Yogui del Pirineo

Nadie

Servicio a la vida

Considero que todos hemos experimentamos en mayor o menor medida los beneficios que aporta una actitud de “servicio a la vida”, incrementa nuestra satisfacción y paz interior. Cada uno sabe, en su propia profundidad, la particularidad de la llama que puede encenderse viviendo una vida desde la perspectiva del dar de una manera honesta y sentida.
Ese dar desde el potencial del que cada uno dispone, que en definitiva es un darnos y que no habla precisamente de cantidad, sino fundamentalmente de calidad. Que inevitablemente depende de nuestra responsabilidad, esa palabra que tiene a veces tanta carga y que no es otra cosa que la habilidad de responder con nuestros talentos y capacidades a lo que nos es atribuido. Ser responsables es usar esas aptitudes y habilidades para el bien de todos o del todo de modo alegre y ligero. Creo que la responsabilidad sólo es un peso cuando olvidamos usar nuestras capacidades y nos desvinculamos de la energía espiritual que viene en nuestra ayuda cuando somos responsables.
Me motiva a escribir esta reflexión en cierto modo por razones particulares, pero más por los motivos sociales que estamos viviendo donde se refleja en muchos grupos una actitud de dar de manera responsable.

Marcela Santos

Hambre de justicia

Artesanos de la Conciencia apoya esta iniciativa oscense.



http://hambredejusticia.es/
https://www.facebook.com/huelga.hambre.7